Te sorprenderán!
Estimados lectores, les comparto unos minutos desde la cocina de Camp Stomping Ground
Te sorprenderán!
Estimados lectores, les comparto unos minutos desde la cocina de Camp Stomping Ground
Un mes de empatía radical, amigos y juego. Qué manera más bella de pasar una parte del verano!
Abner quiere volver, por supuesto. Quisiera que fuera por más de un mes y su meta es seguir regresando, hasta que pueda hacerlo como consejero!
Gracias Stomping Ground! ❤️
Más bien demostramos ser benignos entre vosotros, como una madre que cría con ternura a sus propios hijos. 1Tesalonicenses 2:7 LBLA
También saben que los hemos animado y consolado a cada uno de ustedes, como hace un padre con sus hijos. 1 Tesalonicenses 2:12 DHH
Me encanta que el apóstol Pablo, un hombre admirado por muchas personas haya expresado su masculinidad de manera tan clara en estos dos versículos.
El podría expresar características como la ternura y la bondad -poniendo como ejemplo las expresiones de una madre- así como dar consuelo y ánimo -como un padre-. Qué inspirante me resulta!
Nuestros hijos necesitan saber que la masculinidad y la feminidad se expresan de muchas maneras. Así como hay muchas maneras en que se ve la valentía, así como hay muchas maneras de ser exitoso.
Algunos hombres y mujeres son serios, creativos, contemplativos, otros llenos de energía y fuerza, también los hay llenos de ternura y vulnerabilidad. Otros son físicamente muy hábiles o artísticamente creativos.
Nuestros hijos e hijas crecerán y tendrán diferente estatura, tamaño, peso y tendrán una enorme variedad de cualidades y habilidades.
Y necesitarán de nuestro amor y aceptación incondicionales!
Podemos esperar mucho de ellos, claro está y soñar con ellos.
Y sin embargo lo que más necesitan de nosotros es nuestro AMOR INCONDICIONAL.
Necesitan saber que los amamos tal cual son hoy y ahora.
Necesitamos amarlos a ellos y no a la idea que tenemos de ellos!
Necesitamos reconocerlos como lo que son hoy: niños, llenos de vida, sueños, sentimientos y dignidad.
Si hay algo que me inspira a invertir mi vida, mi energía, mi capacidad, es en aprender a amar incondicionalmente a mi hijo.
Tal como Dios me ha amado a mi.
Hay días en que fallo miserablemente. Hay otros días en que me siento enormemente victoriosa.
Seguiré intentándolo mientras tenga vida y disfrutandoel proceso junto con el.
Eucharisteo,
Tania 🙂
Te repito: sé fuerte y valiente. No tengas miedo ni te desanimes porque el SEÑOR tu Dios estará contigo donde quiera que vayas. Josué 1:9
Les ruego por lo tanto, como un padre ruega a sus hijos, que me abran su corazón, como yo lo he hecho con ustedes. 2 Corintios 6:13 DHH
Cuando pensamos en tener valor suele venir a nuestra mente una imagen de guerra o confrontación. Pensamos en héroes y villanos. En general, en historias inspirantes de victoria sobre algún mal.
Nosotros y nuestros hijos estamos abiertos a este tipo de inspiración y nada hay de malo en ello.
Mi pregunta es, si estamos ofreciéndoles diferentes maneras de muestras de valor, más allá de lo que promocionan los medios.
Qué tal ser valiente emocionalmente?
Qué tal ser empático y mostrar compasión?
Valor que vaya más allá de grandes músculos o impresionantes habilidades físicas. Valor emocional que nuestros hijos observen en nosotros cuando nos atrevemos a ser VULNERABLES, genuinos con lo que ocurre dentro de nosotros.
Cuando nos escuchan decir que papá perdió su empleo y que siente miedo. Y también escuchan lo que activamente estamos haciendo para salir adelante.
Cuando ellos conocen nuestros sentimientos y deseos, les mostramos cuánto valor hay en la vulnerabilidad y les damos la oportunidad de desarrollar empatía, compasión.
Y la compasión NO es lástima. La compasión es el valor y el amor puesto en práctica, porque lo que sentimos al escuchar o ver al otro nos MUEVE a hacer algo, a participar, a dar, a entregarnos. La compasión nos mueve del otro lado de la barrera, de la indiferencia, la apatía o el egoísmo.
Y los niños son maravillosamente empáticos!!!
Solo que les damos muy pocas oportunidades para que lo puedan mostrar.
Necesitamos más fe en nuestros hijos y en nosotros mismos.
Te invito a que la siguiente vez que pases por algún momento muy difícil, como por ejemplo un ser querido enfermándose gravemente, no te reserves lo que pasa y te quedes pensando: “mi hijo no va a entender, o se va a angustiar o le va a hacer daño o es muy pequeño”.
Comparte la verdad de lo que ocurre, sin “aniñar” la situación. Comparte lo que sientes con ellos y espera…la respuesta de tu hijo será impresionante. Incluso si solo es un bebé, le dará paz y palabras para el futuro!
La empatía y la compasión la necesitamos todos TANTO!!! Lo que abunda es la competencia, el meter el pie al otro, el egoísmo, la indiferencia.
Brindémonos estás oportunidades unos a otros.
Eucharisteo,
Tania 🙂
Las palabras que brindan consuelo son la mejor medicina; las palabras dichas con mala intención son causa de mucha tristeza. Proverbios 15:4 TLA
La manera en que hablamos a los niños les da honra?
Están seguros de lo mucho que los respetamos por la manera en que les hablamos?
Somos directos con ellos?
Buscamos su opinión?
Reconocemos su creatividad y su capacidad para resolver problemas?
Hablar el idioma de los niños no se trata solo del tono sino más bien de tomar conciencia de su vulnerabilidad y enorme deseo de cominicarse con nosotros.
Una comunicación empática que les facilite reconocer y conocerse a sí mismos. Que les permite abrirse porque saben que en nosotros encontrarán un lugar seguro!
Somos esa zona libre de juicios para ellos?
Los niños co-responden al lenguaje de la compasión.
Qué estás haciendo hoy para hablarlo mejor?
Eucharisteo,
Tania 🙂
Y las calles de la ciudad se llenarán de muchachos y muchachas que jugarán en sus calles. Zacarías 8:5 LBLA
Una manera de proteger la vida emocional de los niños, especialmente los varones es reconocer que suelen ser activos y necesitan que les facilitemos en muchas ocasiones lugares y momentos donde puedan expresarse.
Recuerdo que alguna vez le pregunté a mi hijo qué era lo que más le gustaba de la escuela cuando asistía. Sin dudarlo me dijo que el tiempo del receso y la hora del almuerzo 😅
Y no es de extrañar. Es en esos momentos cuando la mayoría de los niños que asisten a una escuela tradicional pueden tener un poco de espacio para brincar, correr, trepar.
Sin embargo, suelen ser cortos o pocos esos momentos. Aún en el hogar. Especialmente si alguno de los padres está obsesionado con la limpieza y el orden no sólo de la casa sino de los mismos niños.
La organización de la sociedad tampoco ayuda mucho. La mayoría de los lugares públicos a los que asistimos suelen ser muy poco amigables para los niños y adolescentes.
Esta necesidad de tener espacios para el juego libre es enorme y no sólo cuando los niños son pequeños sino también hasta la adolescencia. Y hablo aquí de juego libre NO dirigido por adultos, que no es lo mismo que llevar a nuestro hijo a su clase de fútbol -donde de nuevo hay adultos organizando y mandando a los niños-.
Ya los niños y adolescentes tienen un montón de adultos diciéndoles que hacer, cómo y por cuánto tiempo durante la mayoría de sus días.
Cuántos de nuestros niños y adolescentes tienen hoy a libertad para jugar, poner a prueba sus capacidades físicas y no sentirse avergonzados, controlados o ser medicados?
Hoy te invito a preguntarte: qué puedo hacer para que mi hijo tenga acceso a lugares donde pueda expresar su fisicalidad y JUEGUE, JUEGUE, JUEGUE?
Porque ésta es también una manera de proteger su vida emocional.
Eucharisteo,
Tania 🙂
Photo credit: @campstompingground
Terminó la segunda semana de Abner en el Camp. Nos falta la mitad del camino! Y en este post deseo celebrar a mi hijo: su confianza en sí mismo, valor, paz y alegría.
El sábado pasado el iba a llamarnos para saludar y contarnos cómo le iba. La llamada no ocurría y ya en la noche me marcan para decirme que mi hijo se había accidentado lastimandose la muñeca izquierda. Que querían pasármelo al teléfono para que el pudiera contarnos cómo se encontraba.
Me encanta este lugar! No se pusieron a contarme toda su historia primero, sino que lo dejaron a el decirme lo que ocurrió ❤️
Abner estaba muy tranquilo y comenzó a contarme más bien emocionado, que estaba jugando con unos amigos caminando sobre una cuerda y que se cayeron varios: “Mami, yo creo que uno de mis amigos se rompió los dedos! Yo me caí muy fuerte y me duele mucho mi muñeca que está inflamada, pero yo estoy bien. Ya me dieron algo para el dolor”.
Al escucharlo tan ecuánime senti un alivio inmenso. Me pasaron a la directora del campamento cuando terminamos de hablar Abner y yo. Ella quería saber si mi hijo se había fracturado algo antes, si su umbral del dolor era alto y si dábamos nuestra aprobación para que lo llevaran a urgencias para confirmar que no hubiera alguna fractura porque el estaba muy tranquilo.
Horas más tarde, me llaman para confirmar que tiene una fractura en la muñeca y por error me comunican que necesitará cirugía. Evidentemente eso no estaba en el panorama inicial así que comenzamos a hablar mi esposo y yo de lo que habría que dejar arreglado en Boston para comenzar el viaje de 5 horas en carretera hasta donde el está.
Una minutos después, me vuelven a llamar. Había sido un error de información. Nada de cirugías, solo un yeso sería necesario! 😓🙏🏽
Al regresar de urgencias, hablamos con el: quieres regresar a casa? Quieres que vayamos por ti? Quieres que vayamos a acompañarte a que te pongan el yeso? Quieres seguir en el campamento?
De nuevo, el muy tranquilo nos dijo: estoy bien, me pusieron una férula, en dos días me ponen el yeso y no tengo dolor. Quiero quedarme! Quiero quedarme el mes entero como lo planeamos.
Así que respetamos su decisión. Su segunda semana de campamento ha transcurrido en medio de un yeso, un cabestrillo y mucha diversión menos juegos en el agua.
Ayer hablamos con el. Alberto le dijo: “amor, estoy preocupado de que debido al yeso no estés pasándola tan bien o que no puedas jugar tanto”.
El contestó: “Papi, yo puedo hacer de todo, menos meterme al lago. Incluso juego dodge ball y nadie me da…soy muy bueno!” Mi vidaaa jajajaja.
Al final de la conversación con el, me pasó al director del campamento. Le agradecimos que estén cuidándolo y el me dijo que estaban felices de tener a Abner, que sentían mucha admiración por el ya que a pesar de su mano, el seguía gozando mucho y siendo una fuente de actitud positiva y alegría a pesar de sus limitaciones del momento. Que admiraban su valor y su paz.
Así que seguimos adelante con el plan de recorrer la segunda mitad de camino y extrañándolo mucho.
Lo que más me llena el corazón es saber lo mucho que ha crecido en estos días. No me refiero a su estatura, sino a su carácter.
Como va su verano?
Eucharisteo,
Tania 🙂
…y les dijo: «Estoy muy triste. Siento que me voy a morir. Quédense aquí conmigo y no se duerman.» Mateo 26:38 TLA
Una de las cosas que más amo de Jesucristo es la enorme consciencia y libertad con la que expresaba lo más profundo de su ser. La intensa vida emocional que vivía y la confianza que sentía para compartirla con sus seres queridos es admirable.
Cuántos hombres o mujeres conoces que pueden decir algo como esto: “Estoy MUY triste…quédate conmigo”.
Y ésta vida emocional es de las cosas que más le negamos a los niños desde que son bebés, incluso tal vez desde que están en nuestro vientre. Una vez que nos enteramos el sexo que tienen, tenemos expectativas y bagajes culturales listos para echarlos encima de ellos ni bien han visto la luz.
Una de esas cargas que echamos sobre sus hombros, es negarles -especialmente a los varones- la posibilidad de una rica vida emocional interna.
Negamos de muchas maneras la hermosa oportunidad de reconocer en ellos el amplio abanico de las emociones humanas. Solemos limitarles seriamente en su vocabulario emocional y si acaso les damos algunas palabras, alcanzarán a decir que están enojados o frustrados en el mejor de los escenarios!
Qué enorme bendición será ayudarles a desarrollar un vocabulario emocional para que así puedan entenderse mejor a si mismos y en consecuencia a los que les rodean!
Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: —Siento compasión de toda esta gente. Ya han estado conmigo tres días, y no tienen comida. No quiero que se vayan sin comer, pues podrían desmayarse en el camino. Mateo 15:32 TLA
Siento compasión dijo Jesús, mostrando consideración y generosidad en consecuencia.
La idea básica es entonces ganar conciencia personal en primer lugar. Porque, cómo podría darle palabras a mi hijo que yo mismo no tengo? Cómo puedo ser sensible y empática con mi hijo si no sé lo que yo misma siento y necesito.
Y esto en sí mismo es una enorme oportunidad de crecimiento personal puesto que hay una alta probabilidad de que nadie nos dió a nosotros esas palabras, o reconoció nuestras sentimientos ni validó nuestras necesidades.
Educándonos nosotros, dándonos compasión y empatía a nosotros mismos podremos generosamente comenzar a dar esas palabras que conformarán el mundo emocional de nuestros hijos, compartiendo lo que ocurre en nuestro interior o nombrando lo que percibimos en ellos.
Cuáles son esas palabras?
Son tan variadas como el español mismo y sin embargo casi no las pronunciamos. Podemos comenzar compartiendo con ellos lo que se mueve adentro de nosotros, lo que nos es importante, las palabras que revelan con lo que estamos lidiando, lo que nos absorbe.
Compartir estos sentimientos profundos en momentos relevantes e identificarlos en nuestros hijos pueden conectarnos de maneras inimaginables.
Esto es muy diferente de sólo compartir anécdotas vacías o jocosas.
Se trata de compartir con tus hijos lo que te ha movido a actuar en los momentos en que has enfrentado dilemas morales; lo que sientes hoy al ver que alguien a quien amas está a punto de morir o lo que te ocupa cuando ves que la cuenta en el banco está vacía.
“Me siento preocupado, ansiosa, triste, desesperada, vacío, aburrido, plena, alegre, satisfecho…”
El tipo de conversaciones que estas palabras genuinas producirán, son algo que no querrás cambiar por nada.
Nota: puede ser que no suceda enseguida. Es posible que tu hijo esté cerrado contigo hace tiempo. Puede ser que te encuentres perdido tú mismo al no saber qué se mueve dentro de ti.
Sin embargo inténtalo. Y luego..inténtalo otra vez.
Mira lo sensible y abierto que Jesús era e inspírate en su ejemplo!
El se alegró, se entristeció, se compadeció, se enojó, lloró, y amó profundamente sin sentir temor de mostrarlo. Y eso lo agradezco muchísimo.
Este tema, continuará…
Eucharisteo,
Tania 🙂